Olivos

Campo, campo, campo. Entre los olivos, los cortijos blancos” (Antonio Machado)

 Este pasado otoño, con la excusa de disfrutar unos días visitando el monumental conjunto renacentista de Úbeda-Baeza, he podido aprovechar para recorrer de nuevo, despaciosamente, los vastos paisajes que en un tiempo ya lejano dejaran honda huella en mi recuerdo, rastros que ahora ansío recuperar. Vuelvo así a transitar los caminos de ese otro sur interior, en largo discurrir por entre los anchos parajes donde la niebla tenue del alba desdibuja los sinuosos perfiles delineados por colinas salpicadas de blancos cortijos machadianos, difuminando en plata la geometría verde y oro de sus olivos centenarios. Un panorama de belleza recurrente, diluido en esa luz vaporosa que tiñe de acuarela impresionista su ondulante sensualidad, a la vez agreste y sutil. Seguir leyendo