Límites

«Oh, alma mía, no aspires a la vida inmortal, pero agota los límites de lo posible.»   (Píndaro, siglo VI a.C.)

No debemos ni queremos olvidar que nuestra especie Homo sapiens, como el resto de especies animales, es una solución provisional más de la evolución y cuyo inexorable destino es su extinción.

Extinguidos están nuestros innumerables hermanos (desde los denominados homos arcaicos hasta los neandertales) quedándonos así imposibilitados a practicar la hibridación como forma de evolución natural acelerada. Estamos solos y la única salida conocida para nuestra supervivencia sería la que brinda la simple evolución biológica a través de sus  mutaciones genéticas; asunto al que, tal como vienen los telediarios, le auguramos un corto recorrido. Seguir leyendo